Delegaciones de Estados Unidos e Irán reanudaron este sábado en Mascate, Omán, sus negociaciones sobre el programa nuclear iraní, marcando un regreso a la diplomacia tras siete años de distanciamiento. Teherán ha indicado que las conversaciones se llevarán a cabo de manera indirecta, aunque Estados Unidos confía en que los ministros de Exteriores de ambos países puedan encontrarse. Estas negociaciones son las primeras desde que la administración Trump se retiró del acuerdo nuclear de 2015, el Plan de Acción Integral Conjunto, que prometía a Irán una vía para regresar a los mercados internacionales a cambio de limitar su programa nuclear.
El regreso a la mesa de negociaciones se produce en un contexto de tensiones regionales, especialmente entre Irán e Israel, y la reciente escalada de violencia en Gaza. El ministro iraní de Exteriores, Abbas Araqchi, subrayó la importancia de las discusiones para clarificar cuestiones fundamentales y evaluar la disposición de ambas partes hacia un acuerdo. Aunque Irán se mantiene cauteloso sobre los formatos de las conversaciones, expresó su intención de lograr un entendimiento que permita avanzar en futuras negociaciones. Esta ronda de diálogos no solo tiene implicaciones para el futuro de la relación bilateral, sino que también refleja la complejidad del panorama geopolítico en el Medio Oriente.
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