El anuncio de la Comisión Europea sobre la imposición de sanciones a los fertilizantes provenientes de Rusia y Bielorrusia ha causado preocupación en el sector agrícola comunitario. Esta medida, que se prevé entrar en efecto el 1 de julio de 2025, podría elevar el costo de estos insumos en al menos 40-45 euros por tonelada, lo que agregaríá presión a los agricultores europeos en un contexto ya complicado por el déficit de producción de fertilizantes. Desde COPA-COGECA, los representantes del sector advierten que sin una estrategia clara de diversificación y sin soluciones a largo plazo, los agricultores se verán atrapados entre la falta de abastecimiento y el incremento de costos, poniendo en riesgo no solo su competitividad, sino también la seguridad alimentaria de la Unión Europea.
En medio de estas tensiones, ASAJA ha expresado su preocupación sobre cómo estas sanciones impactarán en el precio de los productos alimenticios y en el modelo de vida europeo frente a la creciente inestabilidad geopolítica. Con la advertencia de que los costos de los fertilizantes podrían llegar a ser prohibitivos, el presidente de ASAJA señala la urgencia de que los responsables políticos aborden esta situación para evitar una nueva crisis agrícola. La incertidumbre respecto a la capacidad de producción interna para compensar el déficit actual genera un ambiente de inquietud tanto para los productores como para los consumidores, que podrían enfrentar un aumento en los precios de los alimentos básicos si se implementan estos aranceles.
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