Una serie de intensas lluvias en Chinchilla de Montearagón ha puesto en jaque a la carretera AB-300, vital para conectar la A-31 con el Parador Nacional de Albacete. Desde el pasado lunes, la vía está cerrada al tráfico debido a inundaciones que han dejado más de 50 litros de agua por metro cuadrado en un corto periodo. El vicepresidente de la Diputación de Albacete, Fran Valera, se trasladó al lugar para evaluar los daños y coordinar los trabajos necesarios, aunque en este momento las labores de limpieza son inviables hasta que el nivel del agua disminuya.
Mientras tanto, el Parador Nacional ha mantenido su acceso a través de una alternativa por la carretera de Murcia, funcionando con normalidad y ocupación plena. Valera se ha comprometido a colaborar con los organismos competentes en la búsqueda de soluciones de largo plazo, incluida la posible elevación de la carretera, para mitigar futuros problemas en la zona. En paralelo, el alcalde de Albacete, Manuel Serrano, ha estado monitoreando la situación en otras áreas afectadas, instando a la población a seguir las indicaciones de los servicios de emergencia. Ambas administraciones resaltan la importancia de mantener la seguridad y fluidez en la circulación mientras trabajan para restablecer la normalidad.
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