La Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido, por tercera vez consecutiva, recortar los tipos de interés, dejándolos en una franja entre el 3.5 % y el 3.75 %. Este ajuste viene en un contexto donde la inflación sigue alta y el mercado laboral se muestra menos dinámico de lo usual. La decisión, aunque esperada por los mercados, se toma en un momento complejo, marcado por los efectos de los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump y una desaceleración en las contrataciones. A pesar de los recortes, las actas revelan divisiones internas en la entidad, ya que no todos los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) estuvieron de acuerdo con la medida.
Jerome Powell, presidente de la Fed, respaldó el recorte, aunque su posición se encuentra bajo la presión del presidente Trump, quien busca su destitución. Nueve de los doce miembros con derecho a voto apoyaron la disminución de 0.25 %, mientras que Stephen Miran, entre otros, abogó por una reducción más agresiva. Los presidentes de las Reservas Federales de Chicago y Kansas, Austan Goolsbee y Jeffrey Schmid, respectivamente, se opusieron al cambio, defendiendo la estabilidad de los tipos de interés. En medio del escenario fiscal tenso tras el cierre del Gobierno, los desafíos para la Fed se multiplican, con una inflación que en septiembre alcanzó el 3.02 %, superando el objetivo del 2 %.
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