La Guardia Nacional de Estados Unidos ha comenzado su despliegue en Washington D.C. tras la orden del presidente Donald Trump de federalizar la seguridad en la ciudad. Esta medida, que se hizo efectiva el martes por la tarde, busca combatir una criminalidad que, según las autoridades locales, no ha alcanzado niveles alarmantes. La movilización, que incluye la activación de hasta 800 uniformados, ha sido visible en puntos clave de la capital, según informaron medios como ‘The New York Times’ y NBC News. Además, el FBI se ha sumado a esta iniciativa con su director, Kash Patel, anunciando una decena de arrestos como parte del esfuerzo por asegurar la ciudad.

Sin embargo, la respuesta federal ha sido recibida con escepticismo por la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, quien asegura que la criminalidad no justifica tal intervención. Bowser destacó en redes sociales que los crímenes violentos están en sus niveles más bajos en 30 años, a pesar de un repunte «inaceptable» en 2023. La alcaldesa defiende que las estrategias locales están funcionando, con datos que demuestran una disminución de la criminalidad a niveles previos a la pandemia. Su postura resalta las crecientes tensiones entre las autoridades locales y federales respecto a la gestión de la seguridad en la capital.

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