El Gobierno de Castilla-La Mancha, liderado por Emiliano García-Page, lanzará a principios de enero un ambicioso programa de ayudas dirigidas a las comunidades energéticas. Con un monto total de 10,6 millones de euros, este esfuerzo busca fomentar la instalación de tecnologías sostenibles como placas fotovoltaicas y sistemas de aerotermia, además de soluciones de almacenamiento energético en áreas donde estos recursos son aún escasos. Según la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, la convocatoria estará respaldada por un equipo técnico reforzado que ofrecerá asesoramiento y resolverá cualquier duda sobre los requisitos necesarios para acceder a estas subvenciones.
La región se destaca como la segunda a nivel nacional en generación de energía renovable, con un fuerte impulso hacia el autoconsumo energético. Actualmente, Castilla-La Mancha cuenta con 53,000 instalaciones de autoconsumo, reflejando un incremento del 30% respecto al año anterior, y más de 930 megavatios instalados. Este crecimiento es visto como una vía para disminuir considerablemente el gasto en electricidad, permitiendo a los ciudadanos ahorrar hasta un 50% en sus facturas, según Víctor Jiménez, presidente de Adesiman. Además, hay 44 comunidades energéticas activas y 55 en desarrollo, de las cuales 52 son iniciativas impulsadas por Adesiman, subrayando el compromiso regional con un futuro más sostenible.
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