El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se dirige a Estados Unidos para reunirse con el presidente Donald Trump en Florida. Este encuentro, el quinto de ambos líderes desde el regreso del republicano a la Casa Blanca, se perfila como un momento crucial en el camino hacia la paz en Medio Oriente. Aunque no se ha divulgado una agenda oficial, se espera que las conversaciones giren en torno a la evolución del alto el fuego en Gaza y las amenazas percibidas por Israel de Irán y Hezbolá. Trump y Netanyahu se encontrarán en Mar-a-Lago, donde se anticipa que el presidente estadounidense presionará para avanzar en el alto el fuego que se logró en octubre pasado, logrando así un repliegue de las tropas israelíes.
Mientras tanto, en Israel, la situación política es intensa ante el agudo descontento generado por el caso «Catargate» y el polémico proyecto de ley que busca alistar a los ultraortodoxos. Las acusaciones de que asesores de Netanyahu habrían recibido pagos de Catar para promover sus intereses durante la ofensiva en Gaza están generando tensiones significativas. Además, las manifestaciones masivas de protesta por el alistamiento a los ultraortodoxos reflejan una sociedad inquieta. En este complejo escenario, Trump subraya la importancia de transformar las victorias militares de Israel en iniciativas de paz duraderas para la región.
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