Un nuevo episodio de violencia ha sacudido Líbano este jueves, resultando en la muerte de al menos dos personas tras un ataque del Ejército de Israel, pese a la existencia de un alto el fuego desde noviembre de 2024. Este acuerdo había puesto fin a trece meses de hostilidades entre Israel y Hezbolá, desencadenadas por los ataques en octubre de 2023. Según la agencia estatal libanesa NNA, las víctimas fallecieron cuando un dron impactó su vehículo cerca de Hermel, en el este del país. Además, una persona resultó herida en un ataque separado en Janata, al sur de Líbano. Israel justificó estas acciones como medidas contra «terroristas», confirmando que uno de los fallecidos era miembro de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, relacionado con planes terroristas contra Israel.
Las reiteradas incursiones israelíes, a pesar del alto el fuego, han tensado aún más las relaciones con Líbano. Israel defiende sus acciones como respuestas a las actividades de Hezbolá, argumentando que no violan el acuerdo, aunque tanto Beirut como el grupo chií Hezbolá critican duramente esta postura. Naciones Unidas también ha condenado estos ataques, que podrían desestabilizar aún más una región ya frágil. Acorde con el alto el fuego, se esperaba la retirada de tropas de ambos lados del sur de Líbano; sin embargo, el Ejército israelí ha mantenido una presencia en cinco puestos, generando críticas del gobierno libanés y de Hezbolá, quienes urgen el cese de este despliegue.
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