El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha prometido que, si asume la Presidencia de la Junta de Comunidades en 2027, se derogará el controvertido canon del agua establecido por el gobierno de Emiliano García-Page. Durante un acto en Cuenca con alcaldes y portavoces del PP, Núñez calificó este impuesto de «injusto y perverso», al tiempo que denunció que el Ejecutivo regional convierte a los alcaldes en «recaudadores» de un gravamen que, en su opinión, solo busca enriquecer las arcas del Gobierno a expensas de los ciudadanos. Además, anunció que en abril se debatirá la Ley de Acompañamiento en las Cortes de Castilla-La Mancha, y animó al PSOE a votar a favor de la propuesta de derogación del canon.
Núñez subrayó que el Gobierno de Page no solo busca recaudar 100 millones de euros mediante este canon, sino que también ha despreciado otras medidas de reducción fiscal, como la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones o la deflactación de la tarifa autonómica del IRPF. Afirmó que Castilla-La Mancha es actualmente «una trituradora fiscal», ubicándose como la tercera región con mayor carga fiscal del país y el puesto 15 en competitividad fiscal. La postura de Núñez refleja una crítica constante al enfoque fiscal del Gobierno regional, que para muchos contribuyentes se traduce en una preocupante presión económica.
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