El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su descontento con varios miembros del Gobierno central, especialmente con los ministros del Interior y de Política Territorial, así como con la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, quienes han intentado aclarar el reciente reparto de jóvenes migrantes. Durante la firma de un convenio para postular a Toledo como Capital Europea de la Cultura 2031, García-Page expresó su agradecimiento por las explicaciones ofrecidas, pero afirmó que, en realidad, él será quien los instruya sobre el funcionamiento de estos procesos. Destacó que ha habido oportunidades anteriores para abordar estos temas durante las negociaciones de los decretos en el Consejo de Ministros.
García-Page reiteró la importancia de respetar los procedimientos constitucionales, defendiendo que las decisiones que afectan a las comunidades autónomas deben ser negociadas con rigor y coraje. Criticó a los ministros por no haber realizado este ejercicio previo, insinuando que se dejan llevar por el populismo y las apariencias. Asimismo, hizo una referencia literaria al Quijote para subrayar la necesidad de comprensión en los asuntos administrativos, advirtiendo que no solo deben leerse las decisiones recientes, sino también las que se habían presentado en el pasado, indicando que abordará estas cuestiones con claridad ante el Gobierno de España.
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