En Albacete, la asociación Aspiga organizó un acto en la plaza del Altozano para conmemorar el Día Mundial para prevenir la explotación y la violencia sexual contra la infancia. Durante el evento se leyó un manifiesto destacando la falta de escucha y protección hacia los menores víctimas de abuso, describiendo el sistema judicial como una «tela de araña» que revictimiza y dificulta la búsqueda de justicia. La presidenta de Aspiga, Carmen Cortés Luna, enfatizó la necesidad de visibilizar y mejorar la gestión de estos casos, señalando que los procedimientos actuales complican el proceso para los menores afectados.
El acto contó con una performance simbólica que utilizó hilos rojos y fotografías para representar la complejidad de los procesos judiciales. Aspiga exigió la creación de “Barnahus”, casas de infancia que ofrezcan un entorno seguro para que los niños puedan testificar sin trauma adicional. Pese a que estas iniciativas ya funcionan en comunidades como Cataluña y Madrid, la asociación pide su implementación en toda España, incluyendo Castilla-La Mancha. Las alarmantes cifras del Ministerio del Interior y del Consejo de Europa sobre abusos acentuaron la urgencia de estas demandas, denunciando que un significativo porcentaje de las agresiones ocurre en el entorno familiar, afectando principalmente a niñas.
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