Al menos 343 personas han sido detenidas en Turquía durante las protestas en contra del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, que se intensificaron el pasado viernes debido al arresto del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu. Las manifestaciones, que se han concentrado en ciudades como Estambul, Ankara y Esmirna, fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad bajo la justificación de una prohibición de concentraciones en estas provincias. El ministro del Interior turco, Alí Yerkilaya, advirtió que no se tolerará ningún intento de alterar el orden público y acusó a la oposición de intentar desestabilizar el país aprovechando la situación.
La detención de Imamoglu, un destacado rival político de Erdogan, está relacionada con cargos de corrupción y supuesta colaboración con el terrorismo, lo que ha sido rechazado por el alcalde, quien alega que está siendo objeto de «acoso judicial» por su éxito político. Este caso se complica aún más por la reciente revocación de su diploma universitario por la Universidad de Estambul, lo que podría obstaculizar sus futuras aspiraciones políticas. Las autoridades han restringido el derecho a reunión en respuesta a las protestas, mientras se investiga a más de 300 cuentas en redes sociales por incitar a la violencia.
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