Ruth Ortiz, madre de los niños asesinados por su padre en 2011, ha agradecido públicamente el apoyo recibido de la Fiscalía de Córdoba y Huelva, así como de los servicios de atención a víctimas, después de que se haya suspendido la distribución del libro «El odio», que recoge las confesiones de José Bretón sobre el crimen. Ortiz subrayó que «no se puede dar voz a los asesinos», insistiendo en que cualquier publicación que revictimice a las víctimas debería ser regulada y controlada. La situación ha despertado un fuerte apoyo comunitario, destacando la necesidad de proteger el honor y la imagen de las víctimas.
El conflicto surgió tras la advertencia de Ortiz a la editorial Anagrama, que llevó a la paralización de la distribución del libro, prevista para el 26 de marzo, a la espera de evaluaciones jurídicas. A través de su abogada, Ortiz denunció que los detalles del libro le han causado un profundo dolor y nuevos daños psicológicos, resaltando la angustia de revivir el asesinato de sus hijos bajo el escrutinio público. Además, envió una solicitud a la Fiscalía Provincial de Barcelona para que se investiguen las implicaciones legales de la publicación, apuntando a la ley de protección del honor y de la infancia.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.
