El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que España alcanzará un gasto en seguridad y defensa del 2% del PIB para este año 2025, elevando su inversión actual del 1,4% a un total adicional de 10.471 millones de euros. Este esfuerzo, que inicialmente se había fijado para 2029, se ha acelerado en respuesta a la creciente discusión sobre la necesidad de fortalecer la defensa en el contexto geopolítico actual. Durante su comparecencia en La Moncloa, Sánchez destacó que el plan, que incluye cinco pilares fundamentales, se enviará a la Unión Europea y la OTAN para su consideración.

Entre los principales componentes del plan se destacan mejoras en las condiciones laborales y el equipamiento de las Fuerzas Armadas, así como el desarrollo de nuevas capacidades en telecomunicaciones y ciberseguridad, que recibirán significativas inversiones. El plan también contempla la modernización del armamento, aunque el presidente enfatizó que su propósito es la disuasión y no la agresión. A pesar de la controversia generada en torno a asignar recursos para armamento, Sánchez aseguró que la financiación se obtendrá sin aumentar impuestos ni afectar el gasto en servicios públicos, reorientando partidas de fondos europeos y aprovechando ahorros económicos.

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