El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha calificado de «insultante» la reciente aprobación del Real Decreto Ley que modifica la Ley de Extranjería en relación al reparto obligatorio de menores migrantes. García-Page criticó la falta de diálogo del Gobierno central con las comunidades autónomas antes de impulsar esta normativa, destacando que este tipo de legislación puede ser contraproducente y dificultar la creación de pactos estatales efectivos. En su intervención en Mira (Cuenca), alertó que las condiciones actuales de gestión de menores migrantes, bajo este nuevo marco legal, son «incumplibles» y cuestionó la política migratoria del Ejecutivo, acusándolo de operar «a golpe de parche».
El presidente regional subrayó la disposición de su gobierno para mostrar solidaridad en la atención a menores migrantes, incluso ofreciendo recursos al Gobierno de Canarias. Sin embargo, también advirtió que no aceptarán ser considerados «tontos» y que no tolerarán «lecciones de solidaridad» de aquellos que pactan con fuerzas políticas extremistas. Además, expresó su preocupación por la politización que rodea la cuestión de la migración, afirmando que esto convierte a los emigrantes y menores en «arma arrojadiza» en el juego político, lo que consideró extremadamente problemático y «patético».
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