El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su optimismo respecto a un posible alto el fuego en Gaza, a pesar de que tanto Estados Unidos como Israel abandonaron las negociaciones en Catar. Durante un encuentro en su complejo de golf en Turnberry, Escocia, con el primer ministro británico, Keir Starmer, Trump reconoció la crisis humanitaria en la región, señalando que «hay niños hambrientos», contradiciendo así las afirmaciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien niega la existencia de hambruna. Trump sostuvo su compromiso con un alto el fuego, destacando que su administración quiere «sacarlo adelante», mientras continuaba el debate sobre el papel de Hamás en las discusiones.
Tras la reunión, Trump y Starmer se trasladaron a Aberdeen para inaugurar un nuevo campo de golf junto a los hijos del presidente, Eric y Donald Trump Jr, y el líder del Gobierno escocés, John Swinney. Esta visita se produjo en un contexto tenso, después de que Estados Unidos enviara 60 millones de dólares en ayuda a Gaza, según Trump, sin recibir agradecimientos debido al presunto desvío de recursos por parte de Hamás. Este encuentro marca un momento clave para las relaciones comerciales entre Estados Unidos y el Reino Unido, además de influir en las discusiones sobre las crisis en Gaza y Ucrania.
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