La emoción y el deseo de representar a su región flotan en el aire para los jóvenes talentos del baloncesto en Castilla-La Mancha. Con la vista puesta en el Campeonato de España de 2026, la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha ha convocado un entrenamiento crucial para las Preselecciones Autonómicas Infantil y Cadete, tanto en categorías masculinas como femeninas. Este esperado evento tendrá lugar el 30 de noviembre en Campo de Criptana y Herencia, donde se seleccionarán a los 12 jugadores que llevarán con orgullo la bandera regional en Zaragoza.
La convocatoria establece requisitos fundamentales para los participantes. La asistencia es obligatoria y los entrenamientos se llevarán a cabo a puerta cerrada, lo que garantiza un entorno enfocado en el rendimiento. Además, todos los jugadores deben estar dados de alta en el programa Somos Deporte 2025/26, lo que aporta un nivel de formalidad y organización al evento. El componente familiar también es parte integral de este proceso: tras las sesiones de entrenamiento, los jóvenes talentos compartirán una comida con sus familiares o acompañantes, fortaleciendo así los lazos entre el deporte y la familia.
Los entrenamientos se estructurarán en jornadas de doble sesión. En Campo de Criptana, la Infantil Femenina entrena de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a 18:30, mientras que la Cadete Femenina lo hace de 10:00 a 12:00 y de 15:30 a 17:00. Por su parte, en Herencia, se repetirá el horario para la Infantil Masculina, y la Cadete Masculina seguirá el mismo patrón que la versión femenina.
El camino hacia el campeonato es extenso y se complementará con futuras concentraciones. La primera programación incluye un encuentro del 6 al 8 de diciembre en Alcázar de San Juan, seguido de un torneo en Albacete el 21 del mismo mes y otra concentración del 27 al 29 de diciembre. Los convocados son los mismos que asistieron a la última reunión del 16 de noviembre y deberán llevar dos camisetas de entrenamiento: una de color y otra blanca.
Estas sesiones no solo representan una oportunidad para perfeccionar las habilidades individuales, sino que también ofrecen un espacio para medir la evolución de los deportistas de la región. Estos encuentros permiten a entrenadores y jugadores trabajar codo a codo, compartiendo un objetivo común: llevar lo mejor de Castilla-La Mancha al escenario nacional. En el fondo, se trata de una historia de sueños, esfuerzo y ambición, que trasciende el simple acto de jugar al baloncesto.
