El piloto neerlandés Max Verstappen, representando al equipo Red Bull, dominó sin oposición el Gran Premio de Estados Unidos, alzándose con la victoria desde la pole position en una muestra de destreza y control absoluto del circuito de Austin. Esta carrera, menos accidentada que la del Sprint, puso de manifiesto el talento de Verstappen, quien no permitió que ningún rival siguiera su ritmo desde el inicio. El triunfo estadounidense le permitió seguir recortando distancias con los McLaren, quienes enfrentaron sus propios desafíos durante la competencia. Oscar Piastri, líder enfrentando dificultades, no pudo mantener un buen ritmo, mientras que Lando Norris, su compañero de equipo, logró una destacada segunda posición.
Norris, enfrentó una dura batalla ante el Ferrari de Charles Leclerc. El monegasco optó inicialmente por neumáticos blandos, estrategia que le permitió ganar posiciones en la salida. Sin embargo, el británico, bajo presión, luchó para asegurarse al menos el segundo puesto, crucial en su disputa por los puntos. Norris finalmente superó a Leclerc a cinco vueltas del final, solidificando un resultado que lo coloca a solo 14 puntos del desafiante Piastri, quien terminó en la quinta plaza, superado también por Lewis Hamilton. Este desenlace deja abierta la competencia y subraya las capacidades de los pilotos y sus equipos en la máxima categoría del automovilismo.
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