El presidente de Estados Unidos ha dejado entrever una posible intervención militar en el conflicto con Irán, afirmando que el régimen de Teherán está «totalmente indefenso» y enfrenta problemas internos que los llevarían a negociar. Trump, en un tono desafiante, acusó a Irán de ser un «matón de patio de colegio» durante las últimas cuatro décadas y advirtió que su paciencia se está agotando, aunque insistió en que no busca una guerra prolongada. Estas declaraciones coinciden con una advertencia del líder supremo iraní, Alí Jamenei, quien destacó que cualquier intervención directa de EE. UU. tendría consecuencias devastadoras.

En medio de tensiones crecientes, Estados Unidos ha instado a sus ciudadanos en Israel a registrarse para una posible evacuación, en un contexto de intercambios hostiles y la falta de claridad sobre las intenciones de la Administración estadounidense. Mientras Trump insinuó que Irán había propuesto una reunión para discutir su programa nuclear, la misión iraní ante la ONU desmintió tal afirmación, subrayando que Teherán no cederá a la presión. La situación se complica aún más con el cierre de la embajada estadounidense en Jerusalén y la advertencia de que cualquier amenaza se responderá de manera recíproca por parte de Irán.

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